[Carta para el Presi] Señor Pastrana, usted arruinó mi sueño

Estimado Cesar Pastrana,

No lo aguanto más. Durante años lo he tenido atrapado en el pecho pujando por salir, como león enjaulado. Tengo que decirlo. Usted señor, se encargó de destruir todos mis sueños y anhelos. Desde que tengo memoria soy hincha de Santa Fe, creo que nunca tuve opción, mi familia es, históricamente, hincha férrea de este equipo. Esto implica que durante muchos años, al igual que tantos otros, sufrí las burlas, matoneos, desencantos y un sinfín de cosas más a causa de los fracasos de mi equipo del alma. Recuerdo mucho el año 2007, cuando teniendo 17 años decidí ahorrar como nunca para abonarme. Y lo conseguí. Santa Fe tuvo la peor campaña de su historia terminando en el último lugar. Yo seguía yendo al estadio, cosa inentendible para mis padres, las principales víctimas que debían financiar mi locura y apaciguar mi desconsuelo. Y siguió así durante varios años.

A medida que pasaba el tiempo mi sueño se hacía cada vez más claro. Yo había sido llamado a la grandeza. Tenía que esperar un poco más, pero el camino a seguir lo tenía en mis narices, siempre había estado ahí. En el 2009 ganamos nuestro primer título, uno que celebré a más no poder, sin embargo, hay que ser sinceros, era un título de consolación. Santa Fe estaba para cosas más grandes e importantes. Ese era mi futuro. El año 2010 pasó sin ninguna novedad, o eso pensé. Igual que el 2011. Igual que la primera mitad del 2012. Finalmente, llegó la tan anhelada estrella.

Hoy, Mayo de 2016, no me da miedo afirmar con seguridad, señor Pastrana, que usted arruinó todos mis sueños. Y mis más cercanos lo pueden confirmar. Usted es el culpable, y espero que me pueda responder y reparar el daño. Durante toda mi vida, soñé con ser presidente de Santa Fe. Soñé, egoístamente, en ser yo el que le devolvía toda la gloria y prestigio a un club tan grande. Soñé con que no era imposible, con que Santa Fe ganaría títulos internacionales, con que los jugadores añoraran jugar en este gran equipo. Y soñé que todo eso, sería gracias a mí. Me regodeaba en mis sueños viendo como todos mis amigos azules me felicitaban y admiraban mi gestión. Me emocionaba al ver a Santa Fe con su estadio propio, una sede deportiva sin igual, unas divisiones menores que darían envidia a los más grandes clubes. Jugadores de Boca y River comentando en Fox Sports la alegría que significaba ser traspasados a Santa Fe. Y porque no, la envidia de los de al frente. Pero todos estos sueños usted los arruinó. Ya no son sueños, son realidades. Una historia que inició en el 2010, y que anhelo, acabe mucho más adelante.

Nada me da más dolor que ver a los pseudohinchas, si es que siquiera son “pseudo”, criticando todas las gestiones. No tienen memoria. No merecen toda la gloria de Santa Fe. No sé, sinceramente no entiendo, si es que acaso no recuerdan lo que era ser hincha de Santa Fe hace un par de años. Se acostumbraron a los laureles, y nuevamente señor Pastrana usted es el culpable. Es culpa suya que nos acostumbráramos a jugar copas internacionales todos los años. Es culpa suya que la gente pida su cabeza si no contrata a James Rodriguez, o los menos exigentes, a Tevez. Es culpa suya que salir eliminados en la Copa Libertadores sea un fracaso rotundo (cuando antes disputarla, era la máxima gloria que teníamos). Es un fracaso rotundo pensar en los jugadores como personas y en su futuro. Es un fracaso rotundo querer que los que tanto nos han dado, aseguren su futuro y den un paso importante en su carrera profesional, para un día poder volver llenos de medallas de batallas ganadas. Es un fracaso, y uno grande, ser un equipo rentable, un equipo que genera ganancias. Es un fracaso llevar años de campañas para llenar el estadio de niños, futuros hinchas, teniendo una visión del futuro.

Me fui de Colombia en el año 2013 y vivo actualmente en Santiago de Chile. He tenido la oportunidad de ver a Santa Fe campeón de todos sus títulos desde el 2009. Tengo todas las camisas oficiales desde el 2008. Sin embargo, pido perdón. Perdón porque no me puedo abonar estando acá. Perdón porque no puedo alentar todos los partidos (muchos, ni siquiera los puedo ver por internet). Perdón, porque no he podido retribuir todo lo que me ha dado Santa Fe. Y no me entra en la cabeza, cómo tenemos una hinchada tan mal agradecida. No es posible, que después de tener el mayor título en la historia de la institución, tengamos una cantidad tan mediocre de abonados. No hay palabras para esto. Y aun así la gente exige un estadio de una capacidad superior a 40.000. Yo estoy en desacuerdo con algunas de las contrataciones realizadas, con algunas decisiones tomadas. Yo y muchos otros. Y es normal. Y está bien. Pero no tienen memoria los hinchas que piden su cabeza. No tienen memoria los que critican la totalidad de su gestión. O tal vez si la tienen. Tal vez si la tienen y añoran volver a la época de los directivos que se embolsillaban todas las ganancias, a la época donde terminábamos de último en el campeonato, a la época donde siquiera pensar en tener un estadio propio era una fantasía más grande que ver a Colombia campeón del mundial de futbol, la época donde jugar una copa internacional era la oportunidad de ver un equipo extranjero, pero jamás una oportunidad real de ganarla.

Nuevamente le reitero señor Pastrana: Exijo que me dé una explicación del por qué arruinó mi sueño. Ya no podré ser yo quien le devuelva la merecida gloria a Santa Fe. Aunque puede que todavía no sea muy tarde. Si se va ahora, puede que pase el tiempo suficiente para volver a las antiguas andanzas, y tal vez, dentro de unos años, cuando estemos sumidos en el fracaso, podré ser yo el que recorra ese camino y haga todo lo que usted ha hecho.

Por: Diego Martínez del Río Samper - En Facebook